Como puede la arquitectura, finalmente, participar de los debates de época, corriéndose del lugar de formalizadores de decisiones ajenas?

como puede el complejo pensamiento proyectual, volverse noticia?

como desde el encriptado lenguaje disciplinar, llegar a comunicar al gran público?

como sentarse a la mesa donde se discuten las decisiones, para sumar nuestra capacidad de integrar y articular variables múltiples?

la época ha puesto en juego innumerables plataformas de acceso a la comunicación integradas; y la obtención y la difusión de conocimiento, tan infinito como fugaz. 

Participar, educar, visibilizar y difundir, es hoy, un derecho y una obligación para cada ámbito de la cultura; y el nuestro, con sus herramientas, tiene particular injerencia y responsabilidad en los asuntos que comprenden el comprometido ambiente que habitamos.

De lo edilicio a lo territorial.

De proyectistas a Proyectores.